La iglesia de Kiruna, llamada Kiruna Kyrka por los lugareños, fue construida a principios del siglo XX por Gustaf Wickman. Está considerada una de las iglesias más bellas de Suecia y es uno de los edificios de madera más grandes del país. Además de su insólita arquitectura, inspirada en las chozas tradicionales sami, contiene obras únicas de destacados artistas suecos. También tiene la peculiaridad de tener un campanario en el exterior, a pocos metros del edificio principal.
Aunque no visites Kiruna por su iglesia, no te decepcionará este notable edificio cargado de historia.
Información práctica sobre la iglesia de Kiruna
Para ayudarte a preparar tu estancia, aquí tienes toda la información que necesitas para visitar la Iglesia de Kiruna.
Precios de admisión
Como la mayoría de los edificios religiosos, la entrada a la iglesia de Kiruna es gratuita . Si deseas hacer un donativo, puedes, por supuesto, depositar una suma de tu elección en una urna roja que hay a la entrada del edificio.
También puedes comprar una postal, para lo que tendrás que gastarte unas cuantas coronas suecas (SEK).
Horario
La iglesia de Kiruna está abierta todos los días, de lunes a domingo, de 10.00 a 15.30 h. Sin embargo, si vienes a visitar el interior de la iglesia, ten cuidado de no molestar las prácticas religiosas de los lugareños, que pueden estar reunidos para algún acontecimiento.
Duración de la visita
Deja unos 30 minutos en la iglesia de Kiruna para admirar la arquitectura y pasear por los alrededores.
¿Cómo llego hasta allí?
A pocos minutos a pie del casco antiguo de Kiruna, la iglesia está situada en una pequeña colina al oeste de la ciudad.
Si vienes en autobús, la parada más cercana es Kiruna Kyrkan, a 550 metros al norte. Sólo tienes que cruzar la carretera para llegar a un camino que te lleva directamente a la iglesia de Kiruna.
Si viajas en coche, también hay plazas de aparcamiento gratuitas justo al lado. Esto significa que puedes aparcar junto a la iglesia sin ninguna dificultad.
¿Qué puedes ver en la iglesia?
La iglesia de Kiruna es un edificio religioso de principios del siglo XX, formado por dos partes diferenciadas. Su peculiar arquitectura te dará la oportunidad de descubrir las obras de talentosos artistas suecos.
Desde fuera, la iglesia de Kiruna destaca por sus escamas de madera pintadas de rojo,conocidas como «virutas de iglesia«. En lo alto de una colina, rodeada de un parque natural poblado de abedules y serbales, apreciarás la mezcla de arquitectura típica de las iglesias suecas y las cabañas sami. De hecho, una vez llegues a la cima, podrás ver una mina de hierro al otro lado del valle, al oeste de Kiruna.
Una vez frente a la entrada principal del edificio, puedes ver un relieve religioso tallado en madera, dominado por doce estatuas de bronce que representan emociones humanas. Estas obras fueron creadas por el artista Christian Eriksson.
Cuando entres en la iglesia de Kiruna, lo único que te llamará la atención es el cuadro que hay al fondo, detrás del altar. Este retablo, titulado«El bosque sagrado«, fue pintado por el príncipe Eugenio de Suecia en 1912. También podrás admirar obras de otros dos famosos artistas suecos: Albert Engström y Ossian Elgström. También puedes tener la oportunidad de escuchar el órgano de la iglesia, situado justo encima de la entrada.
Por último, cuando salgas de la iglesia, no olvides echar un vistazo al campanario, situado fuera del edificio principal. Debajo se encuentra la tumba de Hjalmar Lundbohm, primer director de LKAB y uno de los fundadores de la ciudad de Kiruna.
Historia de la iglesia de Kiruna
Gustaf Wickman (1858-1916) fue un arquitecto sueco. Llegó a Kiruna en 1899 y construyó varios edificios públicos, entre ellos la iglesia, entre 1909 y 1912. Se la encargó Hjalmar Lundbom (1855-1926), primer director de la mina de hierro LKAB y fundador de la ciudad de Kiruna. Desempeñó un papel importante en el desarrollo de la ciudad minera. Enterrado en Estocolmo, más tarde fue trasladado a Kiruna, donde está enterrado bajo la torre de la iglesia. Todavía hoy puedes visitar su tumba.
Christian Eriksson (1858-1935) fue un escultor sueco. Creó las esculturas de las Doce Virtudes en el alero de la iglesia de Kiruna, así como el relieve sobre el portal de la iglesia. También participó en la creación de la estatua de Hjalmar Lundbohm, construida en 1924.
En vista del traslado de la ciudad tras el hundimiento causado por la actividad minera, la iglesia se desmontará por completo y se volverá a montar en el nuevo centro de la ciudad en 2035.
Aunque no vengas a Kiruna especialmente por su iglesia, sigue siendo un lugar excepcional que te gustará visitar para apreciar su arquitectura, sus obras de arte y su característico olor a madera entre dos actividades al aire libre.
